Túnez es un pequeño gran país que sorprende a cada paso. Aquí, las dunas del Sahara abrazan ruinas romanas, los zocos vibran con vida, y las playas del Mediterráneo son un remanso de calma. Pero eso no es todo: Túnez es la puerta a experiencias únicas, desde perderte en laberínticas medinas hasta descubrir oasis escondidos.
Cartago y su historia eterna
Sumérgete en las ruinas de esta antigua civilización y siente la historia en cada rincón del Anfiteatro de Cartago y el Tophet de Salambó.
Medina de Túnez
Un laberinto lleno de vida, donde los zocos rebosan especias, cerámicas y tejidos. Un lugar perfecto para regatear y perderte en sus callejones.
Sidi Bou Said
El pueblo azul y blanco que parece salido de una postal. Pasea entre sus casitas y disfruta de un café con vistas al Mediterráneo.
El Sahara y sus oasis
Explora el Chott el Jerid, un lago salado surrealista, y maravíllate con los oasis de Tozeur y Douz, ideales para safaris en camello o 4×4.
El Jem
Visita uno de los anfiteatros romanos mejor conservados del mundo, que te transportará a la época de gladiadores y espectáculos épicos.
Playas del Mediterráneo
Desde las tranquilas aguas de Hammamet hasta las exóticas islas de Djerba, la costa tunecina te invita a relajarte.
Moneda local
La moneda es el dinar tunecino (TND). Lleva algo de efectivo, ya que los mercados y pequeños negocios no siempre aceptan tarjeta.
Ropa cómoda y respetuosa
Lleva ropa ligera para el calor, pero recuerda cubrirte en sitios religiosos o más tradicionales.
Gastronomía única
No dejes de probar el cuscús tunecino, el brik (un crujiente pastel relleno) y el harissa, una pasta picante que acompaña muchos platos.
Transporte local
Los louages (taxis compartidos) son una forma económica y auténtica de moverte entre ciudades.
Primavera (marzo a mayo): Ideal para explorar, con temperaturas suaves y paisajes en flor.
Verano (junio a agosto): Caluroso, perfecto para disfrutar de las playas, pero evita el Sahara por el calor extremo.
Otoño (septiembre a noviembre): Una época tranquila con clima agradable, ideal para visitar sitios históricos.
Invierno (diciembre a febrero): Aunque hace frío en algunas zonas, es perfecto para recorrer el desierto y disfrutar de menos turistas.